En lo sucesivo,
Seré mudo, cerrado,
y menos festivo.
La multitud no comprende
El bien que se hace,
Sóla en ella prende
La maldad que nace
En umbrosos modismos
Ciego, sin Dios ni ley
Con fiero egoísmo,
Impera como rey
Muchas gracias, mi bien
Por tus sabias advertencias
Ya no seré ofendido,
Por la vil maledicencia.
PRIMADOS
El Reino de la Divinidad,
Es el País Dorado,
A donde con Gloria y majestad,
Llegan todos los Primados.
Solamente el País Dorado,
Resplandece de Sublimidad,
Son muy pocos los llamados,
Que pueden percibir la Verdad.
Los llamados son aquellos
Que con gran heroísmo,
Por sus ideales bellos,
Triunfan consigo mismos.
Lo que la Voz Suprema predice,
No inquieta a la Conciencia,
Porque lo que Ella a veces dice,
Es lo que inquiere la Ciencia.
La Ciencia tiene por Ley,
A la Madre Naturaleza,
Que trabaja como un Rey,
En las formas de su Realeza,
Solamente sus Primados,
Gozando de plenitud,
Llegan al País dorado,
El Reino de la Virtud.
Libres de la terrestre esclavitud,
Nunca más vuelven a caer,
Vivirán felices sin inquietud,
Sin desear mal al querer.
Allí mueren las ilusiones,
Pero nace el amor,
Puro sin efusiones,
Que no produce dolor.
Extracto de La Voz del Señor 5
Sri Raaknahahif
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